Llamamiento a Sudán
Manifiesto político al Estado civil y democrático
Manifiesto político al Estado civil y democrático
Nuestro país se dirige hacia un abismo a causa de las políticas del
régimen tras el golpe de Estado de junio de 1989, desuniendo al país y alentando
la guerra. El régimen ha negado la identidad unitaria nacional y expandido el
odio, el desorden público y el desprecio
por el otro, exponiendo a nuestra gente al exterminio masivo. Ha obligado a millones
de personas a huir y refugiarse en campamentos. Ha provocado la independencia
de Sudán del Sur y el derrumbe de nuestra economía mediante la destrucción de los
planes productivos y la riqueza nacional. Ha expandido la corrupción y minado
la sanidad, la educación, el medio ambiente y las instituciones del Estado. Ha
menoscabado la calidad de vida de nuestra gente, forzándola a emigrar. También
ha aprobado leyes que degradan el honor y los derechos de los hombres y las
mujeres de Sudán. Ha hecho desaparecer las instituciones democráticas y de
control, ha amordazado a los medios de comunicación y la libre expresión. Ha
sometido a nuestro país al yugo de 62 resoluciones internacionales y de la
acusación de sus dirigentes ante la Corte Penal Internacional, además de otras
políticas que están llevando al país a la fragmentación y a la devastación
absoluta.
Defendemos las reclamaciones de nuestro pueblo, apoyamos la determinación de sus fuerzas políticas y civiles, conocemos la lucha y las aspiraciones de los sudaneses y sudanesas, y persistimos en el esfuerzo que llevamos realizando un cuarto de siglo para combatir las políticas destructivas del régimen. Todo ello a través de diferentes modos de lucha, actuando conjuntamente por la recomposición de nuestra patria. Aquí congregados los presentes firmantes de este manifiesto, hemos acordado:
Trabajar para desmantelar el estado basado en el sistema del partido único y garantizar un estado basado en la nación y la ciudadanía igualitaria. Promoveremos para ello una lucha diaria de masas que lleve al intifada[1], consolidando una base que será punto de partida de marchas populares que reclamen el reconocimiento de los derechos del pueblo sudanés, liberándose así del autoritarismo, la violencia y la pauperización, y en pos de una democracia arraigada, una paz justa y un desarrollo sostenible.
Primero: guerras, conflictos y cuestiones humanitarias.
1. Las fuerzas firmantes nos comprometemos con la prioridad de poner fin a las guerras y conflictos y de construir la paz sobre una base justa y global.
2. Nos comprometemos con la solución global[2], con el fin de las hostilidades en Darfur, Kordofán Meridional/Montañas de Nuba y Nilo Azul[3]; así como con la disolución de las milicias gubernamentales y la protección de los civiles de los bombardeos aéreos, los asesinatos, el exilio forzado, los crímenes y las violaciones. Estamos de acuerdo sobre las medidas definitivas para garantizar la seguridad.
3. Apostamos por la resolución de las acuciantes crisis humanitarias y la consolidación de una nueva agenda humanitaria que trate el drama que actualmente sufren las regiones en conflicto y los campamentos de refugiados, que evite que se repita en un futuro.
4. Reconocemos la peculiaridad de las cuestiones pendientes en la zonas afectadas por la guerra (la ciudadanía igualitaria, el poder centralizado, las fronteras, la tierra, las cuestiones lingüísticas y de identidad, los desplazados y refugiados, la justicia y la muḥāsaba[4], la justicia transicional, la distribución de los recursos y del poder, el tejido social y las indemnizaciones individuales y colectivas), así como la importancia de tratarlas como parte de las medidas para lograr la solución global.
5. Pretendemos dirigirnos a los entes internacionales y regionales interesados en cuestiones bélicas y situaciones humanitarias, y trabajar para que sus decisiones al respecto sean ejecutadas, especialmente la resolución del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana número 456 de 2014, de acuerdo con nuestra posición acerca del Diálogo Nacional.
Segundo: cuestiones relativas a la vida de los sudaneses y la realidad política actual.
1. La crisis económica. Las fuerzas de la oposición reafirmamos la prioridad de efectuar cambios estructurales en todos y cada uno de los sectores de la economía sobre un plan urgente que tenga como objetivo frenar su derrumbe (la corrupción, los préstamos y la deuda, la destrucción de los sectores productivos como la agricultura, la industria, el comercio, la ganadería, los recursos naturales, el proyecto de al-Ŷazīra[5], los recursos animales, la red ferroviaria, Sudan Airways[6], los puertos marítimos, etc.), cuyo precio ha pagado la ciudadanía con la continua pérdida de calidad de vida.
2. El imperio de la Ley y la independencia de la Justicia. Apostamos por la abrogación de todas las leyes y ordenanzas legales que coarten la libertad y los derechos humanos, así como la consagración de las libertades de acuerdo con la legislación internacional, la aplicación de la justicia y la muḥāsaba[7] sobre las violaciones de los derechos humanos, los crímenes graves, la corrupción, la devolución del dinero robado mediante la justicia transicional, la independencia de los jueces y la refundación de las instituciones judiciales y de seguridad, de manera que se garantice el imperio de la Ley y de la Justicia. Las fuerzas firmantes se reafirman en la prioridad de abrogar las leyes que limitan la libertad y menoscaban la dignidad de la mujer.
3. Las elecciones. La cita electoral anunciada por el régimen es un mero acto formal con el que pretende falsear la voluntad nacional y ganar una legitimidad de la que no goza. Ante ello, anunciamos que boicotearemos las elecciones y actuaremos de manera conjunta para convertirlas en una acción masiva de resistencia mediante la abstención y el rechazo de lo que sobre ellas se disponga.
Tercero: el Diálogo Nacional y la solución política global.
Convencidos de que una solución duradera para la crisis sudanesa no será posible si no se consolida una plataforma política unida que se sustente sobre una solución política global en la que participen todos, las fuerzas opositoras firmantes del presente manifiesto afirman la necesidad de atender las siguientes reclamaciones:
a) Abordar el drama humanitario y poner fin a la guerra y las hostilidades.
b) La liberación de los detenidos políticos, los prisioneros y los juzgados por razones políticas.
c) La abrogación de las leyes que coartan las libertades y los derechos humanos.
d) La formación de un gobierno provisional que tome las riendas de un período de transición.
e) La formación consensuada de una administración que instaure un marco de diálogo que propicie la consecución de la paz global y la democratización.
En este marco acogemos con beneplácito y apoyamos la resolución tomada en la sesión nº 456 del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, del 12 de septiembre. Concuerda con nuestra visión y nuestras reclamaciones acerca de la creación del clima adecuado para el diálogo. Asimismo afirmamos que los documentos por los que se guían las fuerzas del Llamamiento a Sudán, concebidos por consenso, constituyen el principal punto de referencia de nuestra acción conjunta. De esta manera, nuestra acción continua por derrocar al régimen a través de la lucha masiva es compatible con nuestra acción por debilitarlo mediante la búsqueda de la solución política global.
Cuarto: transición democrática y mecanismos de acción.
Gobierno nacional transicional. Apostamos por la formación de un gobierno transicional nacional que estudie las disposiciones necesarias para inaugurar un período de transición, así como la aplicación del acordado programa de acción, la instauración de un congreso constitucional inclusivo al final del período de transición, y la redacción de la constitución definitiva a través de mecanismos que garanticen una amplia participación.
Medios y mecanismos de acción. Abogamos por la formación de un organismo coordinador que se ocupe de la acción política conjunta y el establecimiento de comisiones que detallen nuestro programa e identifiquen mecanismos de acción conjunta, estableciendo los marcos y controles precisos para construir una amplia plataforma desde la que la oposición sudanesa accione todos los mecanismos y comisiones que velen por el éxito, bien del levantamiento popular, bien de la solución política global, conduciendo así al desmantelamiento del Estado basado en el partido único.
Para que este manifiesto tenga aplicación, las fuerzas firmantes de este manifiesto creemos que es importante que los jóvenes participen en la construcción del futuro. Por ello reiteramos nuestro compromiso con la involucración de las mujeres y los jóvenes en la política, así como con el refuerzo de su participación en la toma de decisiones. Nosotros, las fuerzas firmantes de este manifiesto, hemos tomado la resolución de hacer de este documento un hecho central de la resistencia popular, que una a todos los sudaneses y sudanesas que padecen las políticas de este régimen. Sabemos que, de prolongarse la etapa oscura del autoritarismo, se obstruirán nuestros horizontes y se difundirá la desesperación por la ausencia de cambios verdaderos en la vida de nuestra gente. Pero aseguramos que un nuevo amanecer se aproxima y que la unidad de las fuerzas del pueblo sudanés abrirá el camino de la recuperación de un Sudán rehén de un régimen coercitivo, violento y autoritario.
Firmado:
Al-Sayed al-Sādiq al-Mahdī / Partido Nacional de la Umma
Al-Sayed Minnī Arkū Minnāwī / Vicepresidente del Frente Revolucionario Sudanés
A. Fārūq Abū ʿĪsà / Presidente de la Autoridad General de la Alianza de las Fuerzas del Consenso Nacional
D. Amīn Makkī Madanī / Iniciativa de la Sociedad Civil Sudanesa
[1] Levantamiento popular.
[2] La “solución global” se refiere a la resolución de todos los problemas que afligen al país, no sólo los conflictos armados sino también el establecimiento del Estado de Derecho, la garantía de los derechos humanos y la consolidación de la democracia, entre otros.
[3] Los tres son estados federales o wilāyas azotados por la guerra de los rebeldes contra las autoridades. La región geográfica de Darfur se encuentra dividida en cinco estados: Darfur Septentrional, Darfur Meridional, Darfur Oriental, Darfur Occidental y Darfur Central. En cuanto a Kordofán Meridional, la actividad de los rebeldes se concentra en torno a las montañas de Nuba.
[4] Este concepto islámico hace referencia al examen de conciencia que todo musulmán debe practicar antes de tomar cualquier decisión, sobre todo las relacionadas con la moral.
[5] Se trata de un macroproyecto agrícola planeado en el estado federal homónimo, al- Ŷazīra, que actualmente se encuentra suspendido y debería haber resultado en una de las mayores regiones agrícolas del mundo, aprovechando los abundantes recursos hídricos y tierras fértiles que posee la zona, que recibe las aguas y el limo tanto del Nilo Blanco como del Nilo Azul.
[6] Nombre oficial en inglés delas líneas aéreas sudanesas, mencionado en este documento con su denominación más consueta en el país: “Sudan Air”, transcrito Sūdānayr.
[7] Consulte la cuarta nota a pie de página.
Traducción de Darío López Estévez
Defendemos las reclamaciones de nuestro pueblo, apoyamos la determinación de sus fuerzas políticas y civiles, conocemos la lucha y las aspiraciones de los sudaneses y sudanesas, y persistimos en el esfuerzo que llevamos realizando un cuarto de siglo para combatir las políticas destructivas del régimen. Todo ello a través de diferentes modos de lucha, actuando conjuntamente por la recomposición de nuestra patria. Aquí congregados los presentes firmantes de este manifiesto, hemos acordado:
Trabajar para desmantelar el estado basado en el sistema del partido único y garantizar un estado basado en la nación y la ciudadanía igualitaria. Promoveremos para ello una lucha diaria de masas que lleve al intifada[1], consolidando una base que será punto de partida de marchas populares que reclamen el reconocimiento de los derechos del pueblo sudanés, liberándose así del autoritarismo, la violencia y la pauperización, y en pos de una democracia arraigada, una paz justa y un desarrollo sostenible.
Primero: guerras, conflictos y cuestiones humanitarias.
1. Las fuerzas firmantes nos comprometemos con la prioridad de poner fin a las guerras y conflictos y de construir la paz sobre una base justa y global.
2. Nos comprometemos con la solución global[2], con el fin de las hostilidades en Darfur, Kordofán Meridional/Montañas de Nuba y Nilo Azul[3]; así como con la disolución de las milicias gubernamentales y la protección de los civiles de los bombardeos aéreos, los asesinatos, el exilio forzado, los crímenes y las violaciones. Estamos de acuerdo sobre las medidas definitivas para garantizar la seguridad.
3. Apostamos por la resolución de las acuciantes crisis humanitarias y la consolidación de una nueva agenda humanitaria que trate el drama que actualmente sufren las regiones en conflicto y los campamentos de refugiados, que evite que se repita en un futuro.
4. Reconocemos la peculiaridad de las cuestiones pendientes en la zonas afectadas por la guerra (la ciudadanía igualitaria, el poder centralizado, las fronteras, la tierra, las cuestiones lingüísticas y de identidad, los desplazados y refugiados, la justicia y la muḥāsaba[4], la justicia transicional, la distribución de los recursos y del poder, el tejido social y las indemnizaciones individuales y colectivas), así como la importancia de tratarlas como parte de las medidas para lograr la solución global.
5. Pretendemos dirigirnos a los entes internacionales y regionales interesados en cuestiones bélicas y situaciones humanitarias, y trabajar para que sus decisiones al respecto sean ejecutadas, especialmente la resolución del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana número 456 de 2014, de acuerdo con nuestra posición acerca del Diálogo Nacional.
Segundo: cuestiones relativas a la vida de los sudaneses y la realidad política actual.
1. La crisis económica. Las fuerzas de la oposición reafirmamos la prioridad de efectuar cambios estructurales en todos y cada uno de los sectores de la economía sobre un plan urgente que tenga como objetivo frenar su derrumbe (la corrupción, los préstamos y la deuda, la destrucción de los sectores productivos como la agricultura, la industria, el comercio, la ganadería, los recursos naturales, el proyecto de al-Ŷazīra[5], los recursos animales, la red ferroviaria, Sudan Airways[6], los puertos marítimos, etc.), cuyo precio ha pagado la ciudadanía con la continua pérdida de calidad de vida.
2. El imperio de la Ley y la independencia de la Justicia. Apostamos por la abrogación de todas las leyes y ordenanzas legales que coarten la libertad y los derechos humanos, así como la consagración de las libertades de acuerdo con la legislación internacional, la aplicación de la justicia y la muḥāsaba[7] sobre las violaciones de los derechos humanos, los crímenes graves, la corrupción, la devolución del dinero robado mediante la justicia transicional, la independencia de los jueces y la refundación de las instituciones judiciales y de seguridad, de manera que se garantice el imperio de la Ley y de la Justicia. Las fuerzas firmantes se reafirman en la prioridad de abrogar las leyes que limitan la libertad y menoscaban la dignidad de la mujer.
3. Las elecciones. La cita electoral anunciada por el régimen es un mero acto formal con el que pretende falsear la voluntad nacional y ganar una legitimidad de la que no goza. Ante ello, anunciamos que boicotearemos las elecciones y actuaremos de manera conjunta para convertirlas en una acción masiva de resistencia mediante la abstención y el rechazo de lo que sobre ellas se disponga.
Tercero: el Diálogo Nacional y la solución política global.
Convencidos de que una solución duradera para la crisis sudanesa no será posible si no se consolida una plataforma política unida que se sustente sobre una solución política global en la que participen todos, las fuerzas opositoras firmantes del presente manifiesto afirman la necesidad de atender las siguientes reclamaciones:
a) Abordar el drama humanitario y poner fin a la guerra y las hostilidades.
b) La liberación de los detenidos políticos, los prisioneros y los juzgados por razones políticas.
c) La abrogación de las leyes que coartan las libertades y los derechos humanos.
d) La formación de un gobierno provisional que tome las riendas de un período de transición.
e) La formación consensuada de una administración que instaure un marco de diálogo que propicie la consecución de la paz global y la democratización.
En este marco acogemos con beneplácito y apoyamos la resolución tomada en la sesión nº 456 del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, del 12 de septiembre. Concuerda con nuestra visión y nuestras reclamaciones acerca de la creación del clima adecuado para el diálogo. Asimismo afirmamos que los documentos por los que se guían las fuerzas del Llamamiento a Sudán, concebidos por consenso, constituyen el principal punto de referencia de nuestra acción conjunta. De esta manera, nuestra acción continua por derrocar al régimen a través de la lucha masiva es compatible con nuestra acción por debilitarlo mediante la búsqueda de la solución política global.
Cuarto: transición democrática y mecanismos de acción.
Gobierno nacional transicional. Apostamos por la formación de un gobierno transicional nacional que estudie las disposiciones necesarias para inaugurar un período de transición, así como la aplicación del acordado programa de acción, la instauración de un congreso constitucional inclusivo al final del período de transición, y la redacción de la constitución definitiva a través de mecanismos que garanticen una amplia participación.
Medios y mecanismos de acción. Abogamos por la formación de un organismo coordinador que se ocupe de la acción política conjunta y el establecimiento de comisiones que detallen nuestro programa e identifiquen mecanismos de acción conjunta, estableciendo los marcos y controles precisos para construir una amplia plataforma desde la que la oposición sudanesa accione todos los mecanismos y comisiones que velen por el éxito, bien del levantamiento popular, bien de la solución política global, conduciendo así al desmantelamiento del Estado basado en el partido único.
Para que este manifiesto tenga aplicación, las fuerzas firmantes de este manifiesto creemos que es importante que los jóvenes participen en la construcción del futuro. Por ello reiteramos nuestro compromiso con la involucración de las mujeres y los jóvenes en la política, así como con el refuerzo de su participación en la toma de decisiones. Nosotros, las fuerzas firmantes de este manifiesto, hemos tomado la resolución de hacer de este documento un hecho central de la resistencia popular, que una a todos los sudaneses y sudanesas que padecen las políticas de este régimen. Sabemos que, de prolongarse la etapa oscura del autoritarismo, se obstruirán nuestros horizontes y se difundirá la desesperación por la ausencia de cambios verdaderos en la vida de nuestra gente. Pero aseguramos que un nuevo amanecer se aproxima y que la unidad de las fuerzas del pueblo sudanés abrirá el camino de la recuperación de un Sudán rehén de un régimen coercitivo, violento y autoritario.
Firmado:
Al-Sayed al-Sādiq al-Mahdī / Partido Nacional de la Umma
Al-Sayed Minnī Arkū Minnāwī / Vicepresidente del Frente Revolucionario Sudanés
A. Fārūq Abū ʿĪsà / Presidente de la Autoridad General de la Alianza de las Fuerzas del Consenso Nacional
D. Amīn Makkī Madanī / Iniciativa de la Sociedad Civil Sudanesa
[1] Levantamiento popular.
[2] La “solución global” se refiere a la resolución de todos los problemas que afligen al país, no sólo los conflictos armados sino también el establecimiento del Estado de Derecho, la garantía de los derechos humanos y la consolidación de la democracia, entre otros.
[3] Los tres son estados federales o wilāyas azotados por la guerra de los rebeldes contra las autoridades. La región geográfica de Darfur se encuentra dividida en cinco estados: Darfur Septentrional, Darfur Meridional, Darfur Oriental, Darfur Occidental y Darfur Central. En cuanto a Kordofán Meridional, la actividad de los rebeldes se concentra en torno a las montañas de Nuba.
[4] Este concepto islámico hace referencia al examen de conciencia que todo musulmán debe practicar antes de tomar cualquier decisión, sobre todo las relacionadas con la moral.
[5] Se trata de un macroproyecto agrícola planeado en el estado federal homónimo, al- Ŷazīra, que actualmente se encuentra suspendido y debería haber resultado en una de las mayores regiones agrícolas del mundo, aprovechando los abundantes recursos hídricos y tierras fértiles que posee la zona, que recibe las aguas y el limo tanto del Nilo Blanco como del Nilo Azul.
[6] Nombre oficial en inglés delas líneas aéreas sudanesas, mencionado en este documento con su denominación más consueta en el país: “Sudan Air”, transcrito Sūdānayr.
[7] Consulte la cuarta nota a pie de página.
Traducción de Darío López Estévez
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